CÓMO HACER UN TERRARIUM O MICROECOSISTEMA

Crear un terrario visualmente atractivo implica una cuidadosa selección de plantas, el uso de capas de sustrato y elementos decorativos, y asegurar unas condiciones óptimas para la salud de las plantas.

1. Preparación de los materiales

Para comenzar, necesitamos un tarro de cristal, preferiblemente translúcido, para poder observar el interior del terrario. Podemos reutilizar uno que tengamos por casa o elegir un recipiente más decorativo con tapa de corcho o madera para un acabado más estético.

2. Elección de plantas

En este caso se ha utilizado un ejemplar de musgo, asegurándonos de que no pertenezca a una especie protegida. Este se rescató de una zona donde se iban a realizar obras. Acompañando al musgo, se ha incorporado una fitonia, una planta de pequeño porte con hojas coloridas (en este caso, blanca), que aporta belleza y contraste al conjunto.

3. Preparación del sustrato

Se ha empleado tierra procedente del mismo entorno donde crecía el musgo, de tonalidad negra por su origen en pizarra, lo que ayuda a mantener unas condiciones similares a las naturales. También se pueden utilizar capas de sustrato diferenciadas para crear un efecto visual más atractivo, pudiendo incluirse piedras, palitos u otros materiales decorativos.

4. Montaje del terrario

Dentro del tarro se coloca una capa de unos tres dedos de sustrato. Luego se trasplantan cuidadosamente dos plántulas de fitonia, conservando parte del sustrato original para evitar el estrés de la planta. Además, se incorpora tierra suelta rica en materia orgánica y hongos beneficiosos para fomentar la descomposición y la salud del microecosistema.

5. Plantación y distribución

Se hacen pequeños agujeros en el sustrato para insertar las plantas, dejando espacio suficiente entre ellas. En el espacio intermedio se puede colocar un poco de musgo para generar separación y un aspecto más natural. El musgo se expandirá con el tiempo cubriendo el suelo del terrario como una alfombra vegetal.

6. Toques finales y decoración

Con los elementos restantes, se pueden cubrir huecos, colocar piedras y redistribuir el musgo para crear un paisaje en miniatura. No es necesario cubrir toda la superficie con musgo, ya que este crecerá por sí solo. El resultado final es un terrario con capas visibles de sustrato y vegetación que simula un pequeño paisaje, decorativo y funcional.

Conclusión

Hacer un terrario o microecosistema casero es sencillo, económico y muy satisfactorio. Con unos pocos materiales y plantas seleccionadas con cuidado, es posible recrear un pequeño mundo natural dentro de un recipiente de cristal. Además de decorativo, resulta ideal para aprender sobre ecología, reciclaje y cuidado de plantas.

Fuente: Basado en el tutorial del canal de YouTube Diecotech

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